(Mis disculpas si el texto resulta dificl de leer.)
Esta semana iba a imprimir mi propia versión de un juego de cartas llamado Coup.
Conseguí apretarlo en un A3 a doble cara. Quería imprimirlo en una cartulina más o menos gruesa. Ya me buscaría la vida para cortar las cartas por mi cuenta.
Pero no, resulta que en este pueblo pedir que te impriman algo es demasiado así que hubo que probar suerte en Pontevedra. Allí si fué posible.
El problema es que la gestión de perfiles de color es un concepto demasiado novedoso y las cartas quedaron oscuras como un ala de cuervo. Me las gullotinaron (cortaron) gratis a cambio de que el corte fuese terrible y desigual.
Así que hasta que encuentre a alguien que se tome en serio las cosas habrá que esperar.
También estuve intentando entender la ropa. Desde un punto de vista de diseño, más que de renderizado y realismo.
Elegir colores que casen y demás.
El resultado es muy chorra. Habrá que hacer más caso a los escaparates de las tiendas.
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