Este post es diferente a los demás, voy a ponerme serio para variar.
Imaginemos que entro en una tienda de ropa y digo que quiero unos zapatos.
El dependiente me enseña una estantería con los modelos disponibles, me dice de que tallas dispone y los precios aproximados.
Yo lo ignoro y salgo por la puerta sin decir ni adiós.
-"Que maleducado por tu parte, Iván."
Cierto, ese trabajador mostro todo su interés en ayudarme lo mejor que pudo y yo me mostré como un autentico borde. Por suerte hay más clientes en el mundo que se portarán mucho más educadamente y permitirán a ese hombre seguir en el negocio.
Ahora pongamos que yo me dirijo a tí buscando trabajo. Te envio un email respondiendo a alguna oferta publicada online, o me acerco a tu oficina a entregar mi curriculum.
Y eso es lo último que se de ti. Yo me ofrezco a compartir buena parte de mi día a día contigo, a hacer lo posible por ayudarte en tu empresa, a adaptarme a la manera en la que haces las cosas.
A cambio te pido que me pagues, obviamente. Todos necesitamos dinero para llevar a cabo nuestro proyecto de vida o simplemente tener algo que comer. En definitiva, deposito mi confianza en ti. Y dicho sea de paso, la experiencia nos demuestra que muchas veces los parados depositamos nuestra confianza en gente que realmente no la merece.
¿No te parece que el que me ignores es una falta de respeto?
No pido falsas esperanzas de ser contratado, eso sería como si yo sacase la cartera delante del dependiente antes de irme de la tienda.
Si tienes tiempo, dime que es lo que no te convence, que debería cambiar para tener más posibilidades cuando me presente a otro puesto.
Si mil personas se presentaron para el puesto que ofertas dales las gracias. Diles cuando podrían esperar una respuesta en caso de que pasen la primera criba. Es por estas cosas que las aplicaciones de correo permiten enviar mensajes a varios destinatarios.
¿Soy el único que cree que el término "recursos humanos" es degradante? Suena a estádistica, a un parámetro en un videojuego de estrategia.
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